Las redes sociales se han configurado como un espacio amplio en el que cualquier persona puede dar su opinión sobre lo que sea, en muchos casos desde el desconocimiento, los prejuicios, o un sentido común desprovisto de toda lectura o revisión sobre el tema. La verdad es que son pocas las opiniones realmente informadas que nutren un debate. En este artículo voy a proponer una categorización de las opiniones desinformadas sobre las publicaciones relacionadas con los feminismos, que son realizadas por una especie de criaturas que creen poseer la verdad absoluta, a las que denominaré ‘onvres’. Es preciso aclarar que los tipos no son excluyentes entre sí, por lo que un mismo «onvre» puede representar varias de estas características a la vez:
El educador: es el que «explica» por qué los feminismos “están mal”, en sus comentarios nunca faltan citas descontextualizadas de Friedrich Nietzsche o de Arthur Schopenhauer. Usa un lenguaje muy florido que parece más una lista de sinónimos y a veces lo que dice no tiene sentido.
El de la moda: al parecer es aquel que está pendiente de las últimas tendencias y cree que todo en la vida se define en las pasarelas, por eso cree que los feminismos son una moda y que además, ya pasaron de moda.
El consejero: es el que hace recomendaciones a la hora de protestar, por ejemplo, no rayar paredes, no arengar, no usar esas máscaras, o usar camiseta o blusa para no mostrar los senos.
El que pide respeto: después de referirse a las feministas como ‘feminazis’, se ofende si le responden.
El niño de las preguntas: normalmente hace preguntas tendenciosas que, de manera juiciosa, responden varias mujeres, sin embargo, no le son suficientes las respuestas y hace más y más preguntas que no van a ninguna parte.
El de la gran imaginación: se saca de la manga casos hipotéticos de mujeres agrediendo hombres y se inventa términos como ‘hombrecidio’.
El que vivió en un matriarcado: en sus argumentos nunca falta “yo sé lo que quieren las mujeres, porque me educaron mi mamá y mis tías”, acto seguido ataca el aborto, dice que las mujeres y los onvres ya son iguales, o que el feminismo no tiene sentido y que el patriarcado no existe.
El biólogo: es el que explica cómo el cerebro y el cuerpo de las mujeres fue diseñado para “dar el toque femenino”, cuidar, ser amadas y un poco tontas.
El víctima: es aquel onvre al que le ha pasado de todo según el post en el que comenta, en uno fue acosado por una mujer, en otro una mujer lo persiguió para golpearlo, en otro le escondieron los anticonceptivos.
El de las prioridades: le dice a las feministas que primero hay que tumbar el capitalismo y que «después vemos el resto».
El historiador: en sus comentarios habla de las olas del feminismo, sobre cómo el feminismo de la primera ola era el verdadero, incluso menciona algunas sufragistas y la fecha en la que la mujer empezó a votar en su país, para terminar diciendo que ya no es necesario el feminismo.
El pitoniso: es el que le dice a las mujeres que por ser feministas no van a ser felices, no encontrarán el amor y tendrán una vida de desdicha.
El aterrador: normalmente tiene una foto familiar en su perfil, en sus comentarios es absolutamente violento y seguramente también es así con las mujeres que lo rodean.
El de los enlaces: parece que tiene un documento de Word con enlaces de medios amarallistas, de vídeos descontextualizados y conferencias de Agustín Laje para “argumentar” en contra de los feminismos. Es común que publique noticias de una mujer que hizo algo horroroso, para responder a un post sobre feminicidios o violencia basada en género.
El caballero: es el que “ama a las mujeres”, “explica” que los onvres deben protegernos y velar por nuestro bienestar porque somos delicadas y débiles. Son frecuentes frases en su muro del tipo “detrás de cada gran hombre hay una gran mujer”.
El tesista: es aquel que pide fuentes. A primera vista, parece que quiere aprender, pero en realidad lo hace para sabotear, ya que es reiterativo en argumentos que ponen en evidencia su completo desinteres en revisar lo que se le sugiere.
El doctor: viene del mundo académico. Ataca a las feministas con cualquier tipo de insulto, aunque cuando es cuestionado, llama al «debate de altura». Al poner en evidencia que está implicado en casos de acoso o abuso, se queja por la «cancelación cultural» de la que es una supuesta víctima. Siempre aprovecha la asimertría de poder a su favor, y cuando esto es expuesto, lo niega o lo justifica.
El escritor: redacta párrafos interminables. Sus ideas son tan elaboradas y complejas que tiene que escribir muchos comentarios para justificar su machismo de manual.
¿Qué otros tipos de onvres incluirían en este listado?
Igual aquí aprovecho para compartir FeminisHKa, una sección de la Revista Hekatombe en la que divulga textos sobre la teoría social feminista y puede ser una primera aproximación a este mundo tan bonito de gafas violeta, democracia profunda y mucha paciencia.
