Cauca. Marzo de 2019. Desde el 10 de marzo de este año se han hecho masivas las imágenes de bloqueos intermitentes de la Vía Panamericana, por parte de organizaciones indígenas en el departamento del Cauca. Los medios corporativos han señalado los problemas relacionados con la movilidad y con las pérdidas del gremio camionero como consecuencia de los bloqueos, pero en su mayoría, han omitido las razones de las manifestaciones. En contravía de ese recorte de información, desde Revista Hekatombe les contaremos algunos puntos clave a tener en cuenta para entender la Gran Minga por la Defensa de la Vida, el Territorio, la Democracia, la Justicia y la Paz.
- A ¿Quiénes se están manifestando?
Además del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), están participando consejos y cabildos indígenas de Antioquia, Caldas, Valle del Cauca y Huila, así como sectores campesinos agrupados en el Coordinador Nacional Agrario (CNA) y en el Proceso de Unidad Popular del Suroccidente colombiano (PUPSOC), por lo que la movilización tiene un carácter regional antes que departamental, solo que los puntos estratégicos de protesta se concentran en el Cauca, específicamente en los territorios aledaños a la vía panamericana.
- B. ¿Cuál es el contexto de la manifestación?
Hay una trama histórica de incumplimientos a los acuerdos pactados entre las comunidades indígenas y campesinas con el Estado. Tal y como lo vienen denunciando desde hace años los voceros del CRIC, y de otros consejos indígenas agrupados en la ONIC, así como por las organizaciones campesinas CNA y PUPSOC, el suroccidente del país se ha visto duramente azotado por el conflicto armado y por el despojo de tierras indígenas y campesinas por parte de terratenientes locales y grandes empresas.
Este proceso histórico de despojo ha llevado al desplazamiento de las comunidades a tierras periféricas con un menor nivel de productividad para la siembra de alimentos, teniendo el Estado un papel de protección militar a la propiedad privada -despojada- y a la “confianza inversionista” de las grandes empresas, que destinan los terrenos a la ganadería extensiva y a la implantación de monocultivos de caña de azúcar y palma para la producción de combustibles.
- C. ¿Por qué se están manifestando?
Hay un ambiente de indignación en la región que conjuga la trama histórica de despojo ya descrita y el comportamiento del actual gobierno. En un comunicado publicado en el portal del CRIC, se señala lo siguiente: “se le ha enviado un mensaje al gobierno de Duque y es que antes de que resuelva los problemas del vecino país resuelva los problemas propios de Colombia, así hay plata para la ayuda humanitaria a Venezuela, también debe de haber recursos y garantías suficientes para responderle al pueblo colombiano; específicamente a los sectores más vulnerables como comunidades indígenas, campesinos, afros, obreros y camioneros que están siendo afectados por las nuevas leyes que sacan”.
Lo anterior se suma a la indignación frente a la impunidad reinante en el escándalo de corrupción de Odebrecht, por la represión a las protestas estudiantiles a nivel nacional, y de profesores a nivel regional, y por el incumplimiento al acuerdo de paz con las FARC, y el levantamiento de la mesa de diálogo con el ELN, con graves consecuencias en lo social, en lo económico y en materia de derechos humanos para los habitantes de la región, como se puede leer en el comunicado de la minga “estamos transitando el camino de la resistencia a la propuesta de un país para todos”.
Las principales banderas de la Gran Minga por la Defensa de la Vida, el Territorio, la Democracia, la Justicia y la Paz son:
- Respeto a la Consulta Previa frente a los proyectos minero-energéticos que afectan las condiciones de vida de las comunidades y solo benefician a las grandes empresas nacionales y transnacionales que los llevan a cabo. Te interesa: Dos golpes a la democracia: fracking y consultas «populares».
- Respeto a la autonomía y formas de gobierno propio de las comunidades indígenas, que se ve irrespetado con los proyectos minero-energéticos y por el conflicto armado.
- Exigencia de claridad frente a los recursos destinados a comunidades indígenas en el Plan Nacional de Desarrollo del actual gobierno, e inclusión en el documento de los acuerdos logrados en protestas pasadas.
- Cuidado, protección y defensa de los territorios.
- Defensa y garantía de derechos humanos para las comunidades, teniendo en cuenta que el 30% de los asesinatos de líderes sociales de los últimos años han tenido lugar en el departamento del Cauca.
- Medidas claras y contundentes para el desmonte del paramilitarismo en Colombia.
- Cumplimiento al acuerdo de paz entre el Estado y las Farc y reinstalación de la mesa de diálogo con el ELN, con una gradual inclusión del movimiento social en la deliberación para la construcción de la paz.
- Reconocimiento del campesinado como sujeto de derechos, dando cumplimiento a la resolución de las Naciones Unidas y de la Sentencia STP 2820 de la Corte Suprema de Justicia, así como el impulso y reconocimiento de las Zonas de Reserva Campesina en el departamento del Cauca.
Las comunidades en movilización han denunciado la violación sistemática de derechos humanos en la protesta, por parte del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) y del Ejército, atacando a los manifestantes en estado de indefensión, cuando estaban realizando actividades pedagógicas de socialización de las reivindicaciones. Al momento se cuentan 16 personas heridas de gravedad entre las que se encuentran defensores de derechos humanos.
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David Pinzón Hernández @DavidPinzonH | Co-director de la REVISTA HEKATOMBE.
Amante de las Ciencias Sociales.