¿Qué es el movimiento zapatista? Entrevista con el historiador mexicano Carlos Aguirre

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En el 2017 Revista Hekatombe habló con el profesor Carlos Aguirre sobre un tema de especial interés: el neozapatismo. Carlos Antonio Aguirre Rojas es investigador de la Universidad Autónoma de México, doctor en Economía de la misma universidad y con estudios posdoctorales en historia en la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París. Además, es adherente a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona y autor de obras como “Mandar obedeciendo”, “Chiapas, planeta tierra”, “El antimanual del buen rebelde”, entre otros.

El historiador mexicano nos cuenta brevemente el proceso histórico del neozapatismo, su forma de organización, sus formas de lucha, y los rasgos generales de su concepción política y su lectura del respaldo a la candidatura de Marichuy, en las elecciones presidenciales que dieron como ganador a Andrés Manuel López Obrador.

Revista Hekatombe: ¿Quiénes son el neozapatismo y cuáles son los lineamientos y características que los diferencia de una organización social o guerrillera tradicional de izquierda?

Carlos Aguirre: el neozapatismo es un movimiento social muy importante que se desarrolló durante los últimos 33 años, casi 34. Diez de vida clandestina y 23 o 24 de vida pública.

Es una organización de izquierda que se convirtió después en un movimiento social de masas, un movimiento indígena que tiene cientos de miles de miembros, las bases de apoyo zapatista son cientos de miles de miembros. Entonces, se dio un debate cuando el neozapatismo surgió, de si eran la última guerrilla del siglo XX o la primera guerrilla del siglo XXI, yo creo que no son en realidad una guerrilla a pesar de que hicieron una acción armada muy importante el 1° de enero. Son más bien un movimiento social de masas, de carácter y de base fundamentalmente indígena. Eso es lo que es el neozapatismo.

Es una organización de izquierda que se convirtió después en un movimiento social de masas, un movimiento indígena que tiene cientos de miles de miembros.

El neozapatismo ha atravesado cuatro etapas principales a lo largo de su existencia: Una primera que es la de su vida clandestina o secreta, cuando nadie o muy poca gente sabia de su existencia, que fue de 1983 a 1994. Otra segunda etapa que es desde el levantamiento armado del 1° de enero de 1994 hasta 2005, cuando lanzaron la iniciativa de La Otra Campaña. Una tercera que iría desde 2005 hasta 2012 y que es el periodo de La Otra Campaña.

Y una cuarta que iría desde 2012, desde diciembre de 2012, el 21 de diciembre de 2012 que según los calendarios tradicionales era la fecha del fin del mundo según los mayas y que ellos, un poco, ironizando, utilizaron como punto de partida para lanzar una cuarta etapa que está todavía vigente y que es desde finales de 2012 hasta el día de hoy.

Revista Hekatombe: ¿Cómo se asume el poder?

Carlos Aguirre: el tema del poder es un tema muy complejo, pero yo les diría que, por ejemplo, hubo un libro hace muchos años que daba una idea muy errónea y muy equívoca de la posición zapatista porque decía que lo que los zapatistas querían era cambiar el mundo sin tomar el poder y los propios zapatistas han dicho claramente que ellos nunca afirmaron eso y que esa no es su postura. Su postura es que el esquema clásico que siguieron muchos movimientos revolucionarios a lo largo de todo el siglo XX, que era la idea de que la primera tarea del movimiento revolucionario era conquistar el poder del Estado y una vez fuera por la vía que fuera, fuera por un movimiento armado, fuera por las elecciones, fuera mediante una coalición o un frente, etcétera, pero que ésta era como la tarea primera, imprescindible y fundamental a la que tenían que subordinarse todos los demás objetivos y que una vez que se conquistara el poder del Estado, éste podía ser usado como palanca para desencadenar otras transformaciones sociales, empezar a hacer cambios económicos profundos, cambios sociales, cambios políticos más radicales.

Es una estrategia que ya no funciona, entonces la idea de los compañeros zapatistas es que la idea de tomar el Estado como tarea central y como tarea, diríamos, estructuradora o que define toda la estrategia del movimiento es errónea y por eso ellos dicen: nosotros no queremos tomar el poder, nosotros no queremos conquistar el Estado, nosotros no queremos apoderarnos del poder político y entonces ellos dicen: lo que nosotros queremos es revolucionar desde abajo el poder, esa es la tesis de los zapatistas.

¿Qué quiere decir revolucionar desde abajo el poder? Quiere decir, crear potentes organizaciones sociales, estructurar potentes movimientos sociales desde la base con las clases subalternas, con todos los de abajo. Para desde ahí y actuando hacia arriba, de abajo hacia arriba, botar todas las estructuras del poder que hoy existen, es decir, eliminar las jerarquías sociales que hoy existen porque el poder no está solamente en la esfera de lo político, como nos enseñó Michael Foucault. Botar el Estado actual, botar las formas de la política actual y por eso ellos hablan de “otra política”, pero también eliminar las jerarquías sociales que también crean porque también hay un poder económico y también hay un poder militar y hay un poder simbólico y hay un poder, este, digamos, religioso. Botar esas condiciones, destruirlas desde abajo, hacerlas imposibles, ellos han dicho: se trata de revolucionar desde abajo el poder para hacer imposible que existan relaciones en las que unos manden, jerárquicamente, y otros obedezcan. Esa es un poco la idea del poder.

lo que nosotros queremos es revolucionar desde abajo el poder, esa es la tesis de los zapatistas.

Revista Hekatombe: ¿Quién es López Obrador?

Carlos Aguirre: López Obrador es un líder mexicano, históricamente él viene del PRI (Partido Revolucionario Institucional), como muchos líderes políticos él era priista cuando era joven, después en 1988 cuando se funda, cuando hay un movimiento de oposición que nació del propio PRI, como una ruptura interna del PRI y lanzó la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas, hay una ruptura, hay un desprendimiento del PRI, se crea el Frente Democrático Nacional (creo que se llamaba, no estoy seguro de las siglas) pero es, digamos, el embrión que va a postular a Cuauhtémoc Cárdenas como presidente, y Cuauhtémoc Cárdenas ganó esa elección, se la ganó claramente a Carlos Salinas de Gortari.

Entonces, de ahí se fundó el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Durante mucho tiempo, López Obrador militó en este Partido de la Revolución Democrática que, para que ustedes tengan una idea de lo que estamos hablando, el PRD es algo así como un equivalente de lo que acá es el Polo Democrático, es decir, un partido tenuemente de izquierda, más bien socialdemócrata pero absolutamente pro capitalista. Es decir, un partido que no quiere transformar el capitalismo, sino que lo único que quiere es que el capitalismo no tenga sus expresiones tan salvajes como el neoliberalismo radical. Entonces, sí quiere incrementar un poco el gasto social, sí quiere, un poco, apoyar a las madres solteras, sí quiere que haya más gasto en salud, más gasto en educación, sí quiere, digamos, subir un poco el salario real de la gente y sí quiere, un poco, incentivar más el desarrollo del mercado interno nacional y de la burguesía nacional. Ése ha sido siempre el proyecto del PRD y López Obrador forma parte de este proyecto. Después, él tuvo diferencias internas con el propio PRD y finalmente terminó fundando un partido que se llama ahora MORENA (Movimiento Regeneración Nacional).

Revista Hekatombe: teniendo en cuenta este escenario político electoral ¿Qué fue La Otra Campaña y qué es La Sexta?

Carlos Aguirre: fue que en aquel tiempo todavía por el PRD, Andrés Manuel López Obrador era el candidato del PRD a la presidencia de la República, entonces, los compañeros zapatistas, no en contra de López Obrador -y esto hay que subrayarlo-, porque malintencionadamente mucha gente ha manejado el discurso de que los zapatistas dividieron a la izquierda, y que si ellos hubieran votado por López Obrador las cosas habrían sido diferentes, esto es una mentira muy grande porque una vez más en 2006 la elección política la ganó López Obrador y la ganó de una manera apabullante y abrumadora, incluso, yo creo que la victoria de López Obrador fue todavía más grande que la victoria de Cuauhtémoc Cárdenas, pero –hay que decirlo- el primero que no defendió su victoria fue López Obrador porque efectivamente lo que hicieron, digamos, después del fraude electoral los periodistas iban y lo entrevistaban y él decía: “pues no sé”, les decía “no hubo fraude electoral”, cuando toda la gente en las calles ya estaba diciendo que había fraude.

El subcomandante Marcos, al día siguiente de la elección (la elección fue un domingo 2 de julio), el 3 de julio el subcomandante Marcos en una entrevista de un programa parecido a este de “Hekatombe”, que se llamaba “Política de banqueta”, él dijo: “estamos frente a un fraude monumental”. Y López Obrador se tardó una semana en decir que sí había fraude y administró el descontento popular y lo fue manejando así, hasta que lo diluyó, hizo un plantón y terminó levantando el plantón por una razón banal, de que iba a haber un desfile del 20 de noviembre y que no quería que hubiera conflicto con ese desfile de la gente del plantón, o sea una razón absolutamente banal. Pero lo que quiero decir es: López Obrador es, entonces, un líder socialdemócrata, no anticapitalista y él lo ha dicho claramente, que lo único que quiere es reformar el capitalismo con, un poco, medidas tibias de política social.

Frente, no a López Obrador, sino frente a todo el espectro político, los compañeros neozapatistas en 2005 decidieron lanzar el proyecto de La Otra Campaña, ¿por qué se llamaba La Otra Campaña? Porque lo que los compañeros estaban planteando es: por la vía de la política ya no hay mucho que hacer, entonces tenemos que buscar otras salidas y otras formas para resolver las demandas de las clases subalternas en México, de los de abajo en México. Y entonces, ellos, como todo el mundo tenía la atención puesta sobre la campaña, utilizaron ese recurso y dijeron: bueno, nosotros lanzamos Otra Campaña que tiene que ver, digamos, con otra lógica, que no es la lógica electoral, que propone otra política que no es la política institucional, corrupta y degradada de todos los partidos políticos y del gobierno mexicano actual, que tiene otros objetivos distintos a los objetivos de los partidos políticos, por eso se llamaba “Otra Campaña” y defendía otra democracia, otro gobierno, otra política, otra cultura. Ese fue el proyecto, digamos, de la otra campaña.

Esto es muy interesante porque el movimiento que hoy existe, que es el movimiento de La Sexta, es directamente heredero del movimiento de La Otra Campaña. Entonces, La Otra Campaña, a finales de 2012 y a inicios de 2013, se transforma internamente y se revoluciona y se plantea como el movimiento de La Sexta.

Hay una serie de continuidades importantes entre La Otra Campaña y La Sexta, pero también hay discontinuidades importantes. Las continuidades fundamentales son:

  • El carácter anticapitalista, digamos, que tenía La Otra Campaña y que tiene ahora La Sexta
    • La idea, efectivamente, de que en la esfera de la política y con los políticos, ya no hay nada que hacer, que no hay ningún partido político que funcione, que no atienden a las demandas de la población, que los políticos están divorciados de la sociedad y de la ciudadanía
    • Que hay que buscar un camino por otro lado y que ese camino es la auto-organización.

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Revista Hekatombe: ¿Cuáles son los cambios fundamentales?

Carlos Aguirre: los cambios fundamentales es que los compañeros zapatistas dicen: tenemos que enfatizar ahora una cosa clara, nosotros aquí como mexicanos en La Sexta nacional, estamos luchando contra el capitalismo nacional y no vamos a descansar hasta que derroquemos al mal gobierno y destruyamos el capitalismo en México. Pero, somos muy conscientes que, aunque lográramos eso, y es parte de la experiencia de la revolución rusa y la revolución china en el siglo XX, si nos confinamos al ámbito nacional no vamos a triunfar.

Entonces, los colombianos tienen que hacer su propia transformación social radical en Colombia, y los argentinos en Argentina y los franceses en Francia y los turcos en Turquía y los chinos en China y los rusos en Rusia, es decir, tenemos que tener una clara consciencia de que mientras no eliminemos al capitalismo a nivel planetario y lo borremos de la faz de la tierra, no vamos a poder triunfar.

si nos confinamos al ámbito nacional no vamos a triunfar.

Entonces, un cambio importante en el paso de La Otra Campaña a La Sexta, es que ahora se subraya que nuestros objetivos son de mucho más largo plazo y que tienen una escala planetaria, entonces, es el deber de cada uno de nosotros luchar en su propio país, pero tener, también, la consciencia de que todas nuestras luchas son parte de un movimiento global que solo va a triunfar cuando elimine, cuando borre de la faz de la tierra al capitalismo, diríamos, global. Este es el primer cambio fundamental.

Un segundo cambio, digamos, importante es que los compañeros zapatistas ahora son muy explícitos en que el modo de organizarnos no puede ser ya una forma piramidal, jerárquica, donde hay una vanguardia, donde una parte del movimiento o un grupo de iluminados o el propio EZLN, le dice a todos los demás qué tienen que hacer, cómo tienen que hacerlo, fija la estrategia, fija la táctica, da los pasos y da las órdenes. Ellos dicen: ¡no! nosotros proponemos una organización que no hegemonice y que no homogenice las diferencias, que no hegemonice quiere decir que nadie está por encima de nadie, todos son movimientos convocados y todos estamos en pie de igualdad y entre todos tenemos que matar al capitalismo, ¿cómo vamos a matar al capitalismo?  Haciendo que las mujeres luchen y reivindiquen y defiendan e impongan sus demandas feministas, que los estudiantes defiendan en sus universidades sus demandas estudiantiles, que los obreros en las fábricas se apropien de las propias fábricas y transformen las relaciones, efectivamente, al interior de la fábrica, que los campesinos se apoderen de los campos, es decir, que cada sector social luche por sus propias demandas, todos en pie de igualdad, no hay jerarquía de que el proletariado es el sujeto revolucionario y los estudiantes o las mujeres o los campesinos son solo aliados secundarios -que era el esquema que se manejaba antes de 1968-, todos somos iguales. Y que tampoco homogeneice, en el sentido de que hay que respetar las diferencias. Esta idea de los zapatistas de que estamos luchando por un mundo en el que quepan muchos mundos, entonces no es que todos tienen que oír las consignas de los indígenas o todos tienen que adaptarse a las reivindicaciones de la clase obrera y subordinar todo lo demás; cada quien tiene su especificidad, su diferencia y como ellos dicen: “la diferencia es fuente de riqueza” y el capitalismo va a ser destruido.

Hay una metáfora china en la cual un personaje muere porque le hacen pequeñas heridas, entonces, si le hacen una pequeña cortada a una persona, pues no le pasa nada, si le hacen tres o cinco tampoco le pasa nada, pero si le hacen en todo el tejido de su cuerpo cien mil heridas, termina desangrándose y se muere.

que cada sector social luche por sus propias demandas, todos en pie de igualdad, no hay jerarquía de que el proletariado es el sujeto revolucionario y los estudiantes o las mujeres o los campesinos son solo aliados secundarios.

Así es como yo creo que los compañeros piensan, que, un poco, va a morir el capitalismo, cuando sea atacado en todos los frentes, por todos los movimientos sociales diversos, en todas las áreas, en todos los espacios, en los campos, en las fábricas, en las universidades, en los barrios, en las ciudades, etc. Entonces, el capitalismo va a terminar siendo, otra vez, como les decía, todos estos movimientos organizados desde abajo y articulados, sin jerarquías, sin hegemonías y sin borrar sus diferencias, van a aportar y hacer saltar el capitalismo y van a construir una sociedad libre, sin explotación, sin represión, sin despojo. Eso es, digamos, la esencia de La Sexta.

Y, por último, en esta amplia convocatoria, otra tercera diferencia fundamental es que ahora se suma la convocatoria justo a los de abajo, porque los compañeros zapatistas dicen: bueno, habíamos convocado a los explotados, a los reprimidos, a los despojados, a los despreciados, las cuatro ruedas del capitalismo. También, habíamos hecho una gran convocatoria a los excluidos de todo el mundo, ahora decimos, incluso, que convocamos a todos los subalternos del mundo, a todos los abajos porque ellos dicen: obviamente ser indígena es una condición que debemos cuestionar y problematizar, pero no es lo mismo ser, por ejemplo, una indígena del arriba que ser una indígena del abajo, y nosotros le estamos diciendo al abajo, y al abajo que además se declare anticapitalista. Esos son los cambios fundamentales dentro de La Sexta.

Revista Hekatombe: ¿Por qué el neozapatismo y el Congreso Nacional Indígena optan por tener una candidata a las próximas elecciones presidenciales? ¿no riñe esta posición con la tendencia histórica del EZLN de estar en desacuerdo con la disputa electoral?¿cuáles son la probabilidades reales de su elección?¿o se trata de una táctica simbólica?

Carlos Aguirre: Esta pregunta es muy importante porque yo sí creo que, de manera, con mala fe, no de buena fe sino realmente con intenciones perversas muchos analistas políticos, muchos periodistas, mucha gente renegada porque es gente que cuando el EZLN estaba de moda y en el candelero, querían sacarse la foto con Marcos y decían que apoyaran al zapatismo y viajaban a Chiapas, y andaban presumiendo que ellos eran prozapatistas, etc. Y cuando el EZLN dejó de estar de moda o dejó de tener tanta atención de los medios masivos de comunicación —lo cual no quiere decir que hubiera entrado en decadencia o que se hubiera empezado a apagar, esas son mentiras de los medios de comunicación—.

Pero cuando fueron menos visibles los zapatistas, esta gente rompió con el EZLN y muchos de ellos se fueron con López Obrador y esta gente está propagando muy malas interpretaciones sobre este punto, qué es lo que creo que están planteando los compañeros, y por eso ellos nos invitan a leer su comunicado con cuidado, ellos están diciendo: pero como todo el mundo en México, otra vez, igual que en 2006, va a tener la atención en la coyuntura electoral, nosotros no queremos estar indiferentes sino intervenir en esta coyuntura electoral, pero no vamos a intervenir y lo dicen con todas sus letras. No es -como tú dices- que están renegando su postura anterior, y autocriticando porque si lo quisieran lo dirían con todas sus letras. Cuando ellos han creído que cometieron un error, o cuando ellos han cambiado de posición, lo dicen con todas sus letras y explícitamente dicen: creíamos esto y nos equivocamos.

Pongo un ejemplo: cuando ellos comenzaron en 1994, ellos pensaban que había un sector de la clase política mexicana que sí era rescatable, entonces ellos decían: la mayor parte de la clase política mexicana es corrupta, está apoyando al PRI, esta degradada, pero quizá hay unos pocos políticos honestos, quizá hay algunos partidos que todavía son rescatables. Ellos tuvieron entrevistas con López Obrador y con Cuauhtémoc Cárdenas, le propusieron en 1995 a Cuauhtémoc Cárdenas fundar un movimiento de liberación nacional y que él lo abanderara y pensar en que ése movimiento podría eventualmente, después, apoyarlo, y el propio Cuauhtémoc Cárdenas no aceptó eso. Pero, por ejemplo, ellos, durante algún tiempo tuvieron relaciones con partidos políticos o personajes políticos y creyeron que era una vía factible.

Después de 2001, cuando ellos marcharon a la ciudad de México -en La marcha del color de la tierra- y todos los partidos políticos y todo el espectro político les dio la espalda, y votaron las contra-reformas indígenas en contra de los acuerdos de San Andrés, ellos hicieron un balance y dijeron: con la clase política no hay nada que hacer. Entonces, ellos en autocrítica habían dicho: fuimos ilusos y creímos que por la vía de la política había todavía gente honesta con la que se podía trabajar juntos, nos equivocamos, y lo reconocen y lo dicen públicamente.

No es el caso ahora, lo que ellos están diciendo es: No estamos luchando por el poder, no lo buscamos y no nos interesa, eso debe quedar muy claro porque entonces por qué lanzan una candidata, mujer indígena, en conjunto con el Congreso Nacional Indígena, porque ellos lo que están planteando es efectivamente: vamos a intervenir en el actual proceso electoral que tiene la atención de toda la gente pero vamos a intervenir, fundamentalmente, para mostrarle al pueblo de México, la miseria, la corrupción y la degradación de toda la clase política en su conjunto, su bajísimo nivel intelectual, el nivel, digamos, efectivamente, en el cual se ha separado de la ciudadanía, la manera corrupta y, diríamos, mafiosa, incluso, en la que manejan todos los asuntos políticos. Para eso lanzan una candidata, para que se contraponga y muestre esa miseria, pero de otro lado para que también le demuestre al pueblo de México que por la vía de la política e institucional no hay salida, y que tenemos que buscar otra salida, lo dicen también en el comunicado. ¿Cuál es esa salida? Esa salida no va por la vía de la política institucional, va por la vía de la auto-organización y de la auto-gestión de los propios movimientos populares y de las clases subalternas, ése es el sentido.

Entonces lo que tú decías al final, tienes razón, no es tanto que sea simbólica, es más bien que es una especie de intervenir en el proceso político, de un lado como para desmontar las mentiras que lo envuelven y desmitificarlo, desacralizarlo frente a la población. Segundo, para mostrar sus límites, que por ahí no hay una solución real a los problemas del pueblo mexicano. Y el tercero para proponer, entonces, que ellos evidentemente lo que dicen es: tenemos que organizarnos desde abajo y tenemos que unir todos nuestros movimientos desde abajo porque si no, no va a haber salida, y si no, no vamos a lograr cambiar realmente las cosas, en un sentido anticapitalista. Y subrayan una y otra vez que todos los analistas lo han admitido: nuestra lucha es una lucha anticapitalista, es una lucha contra el sistema capitalista. Y lo han repetido miles de veces, ellos han dicho: no estamos luchando por cambiar un personaje, no, no estamos luchando tampoco por cambiar un partido político, estamos luchando por eliminar un sistema social, global, que abarca lo económico, lo social, lo político y lo cultural. Ése es el sentido de la candidatura independiente.

Y todavía habría que decir, ellos mismos que son muy respetuosos, dicen: esta idea surgió de nuestras conversaciones con el Congreso Nacional Indígena, que lo está consultando, y nosotros vamos a apoyarlos en lo que ellos decidan, pero que tal que la mayoría de los indígenas dicen: no, no queremos lanzar una candidata independiente, digo, lo digo porque, incluso, pues están criticando al EZLN sobre una medida que ellos propusieron como propuesta que están estudiando si tiene viabilidad, y el Congreso Nacional Indígena va a decidir si sí o si no, y que, bueno, y que ellos naturalmente a priori, ya dijeron que van a respaldar pero que ni siquiera sabemos todavía con más precisión.

Revista Hekatombe: Abdullah Öcalan, dirigente del Partido de los Trabajadores Kurdos, ha aceptado vínculos ideológicos con el EZLN, en la formulación de la línea ideológica de dicha organización y de las organizaciones que se desprenden de esta. ¿Tiene el EZLN una relación directa con la resistencia kurda de Turquía y Siria? ¿Son realmente procesos similares, o por lo menos tendencias semejantes las que se están gestando en Rojava con los cantones y en Chiapas con las Juntas de Buen Gobierno?

Carlos Aguirre: Yo, la verdad, no podría responder mucho esta pregunta porque no sé si haya vínculos directos o qué quiera decir vínculos directos. Lo que yo sí puedo decir claramente es que el neozapatismo ha funcionado como un movimiento que ha inspirado no sólo la lucha en Siria, sino luchas en todo el planeta.

Déjenme decirles que, por ejemplo, cuando se desarrolló el movimiento piquetero argentino —el movimiento del neozapatismo es de 1994— Argentina es un país que como país entero entra en crisis, colapsó literalmente en 2001 y ahí el movimiento de los trabajadores desocupados que ya venía de antes, empezó a adquirir un protagonismo muy grande porque, de hecho, los que reconstruyeron la nación argentina fue el movimiento piquetero, con muchas tendencias. Bueno, los piqueteros de repente decían: nosotros somos zapatistas urbanos. Y también, por ejemplo, estaba conversando con un profesor italiano en estos días que estuve aquí (en Colombia) y yo le decía: el país que más ha apoyado de manera más temprana y más inmediata —que apoyó al neozapatismo— fue Italia. La primera entrevista que, fuera de México, concedió el Subcomandante Marcos fue a un periodista italiano y eso creo que fue el 3 o 4 de enero, es decir, dos o tres días después de que se acabara de dar el levantamiento zapatista.

Y ha habido un constante va y viene de apoyo de construcción de redes de solidaridad de Italia, pero también hay muchos comités en Francia que apoyan al zapatismo, hay programas de radio en Alemania, semanales, que se dedican a informar qué es lo que pasa en Chiapas, qué es lo que pasa en México y qué es lo que pasa con el neozapatismo. Las ediciones, por ejemplo, de textos zapatistas, en un momento dado se hicieron 60.000 ejemplares de los comunicados zapatistas en Italia, y se agotaron en menos de dos meses, es decir, también hay artículos que circulan en la red, que se llaman, por ejemplo, alguno de ellos yo lo leí, que se llamaba Zapatismo a la kurda, o Zapatismo en Siria. Entonces, yo no dudo, que sí efectivamente, lo que dice este dirigente del partido de los trabajadores, del partido del trabajo kurdo, es cierto, que ellos se hayan inspirado en los zapatistas, no cabe duda.

Y en el seminario de 2015, en el que yo participé -el seminario que era del pensamiento crítico frente a la hidra capitalista- llegó una delegación kurda, llegó una compañera kurda que expuso una ponencia muy interesante, y nos contó cómo las mujeres, ella enfatizaba mucho porque hay, digamos, grupos, cuerpos del ejército kurdo, que son integrados solamente por mujeres, y entonces ella explicaba cómo las mujeres kurdas han estado peleando contra el Estado Islámico y venciéndolo, y cómo, al mismo tiempo, se defienden y pelean contra el ejército oficial de Turquía y cómo han logrado, efectivamente, crear territorios liberados, grandes zonas de territorios liberados que son controladas por estos compañeros kurdos, de izquierda, y ella también remarcaba ésta inspiración que el neozapatismo ha tenido para su movimiento. Entonces eso no cabe duda que es así, no son sólo los kurdos, pero ya si hay relaciones directas o qué relación, aunque yo creo que el neozapatismo acepta tener relaciones directas con todo el mundo. O sea, ellos son gente muy generosa, si ustedes van y dicen que quieren hablar con la Junta de Buen Gobierno, la Junta de Buen Gobierno los va a recibir y les va a decir que sí y les va a explicar lo que ellos hacen y les va a preguntar lo que hacen ustedes, eso es una relación directa, ahora, o no sé qué otra cosa pueda querer decir relaciones directas.

Pero, digamos, de que sí hay una inspiración directa y de que el zapatismo ha inspirado muchas luchas en el planeta entero, bueno, termino diciendo con esta broma. Yo me acuerdo que alguna vez Immanuel Wallerstein vino a Chiapas, a un Congreso en homenaje a Andrés Aubry, estuvimos en una mesa redonda, y yo debo decirlo, o sea, yo estaba, realmente, muy honrado porque estaba junto al Subcomandante Marcos y junto a Immanuel Wallerstein, imagínense, entonces. Y de repente Immanuel Wallerstein de muy buena fe, Immanuel Wallerstein que ha defendido al zapatismo y ha dicho que el zapatismo inició, que el zapatismo es el punto de partida del ciclo de protestas que todavía hoy está abierto, él dice: en 1994 comenzó una ola de revueltas populares que después da lugar a Seattle, que después da lugar al Foro Social Mundial, que después llega hasta las rebeliones de 2011 y que se extiende hasta hoy, eso lo dice Wallerstein, no lo digo yo, y yo naturalmente lo suscribo.

Entonces, él de repente les dice, le dice al subcomandante Marcos: oiga compañeros y ¿por qué ustedes no van a los foros sociales mundiales? Y entonces Marcos le responde y dice: pues bueno profesor, déjeme decirle, no vamos pues porque no nos han invitado pero si nos invitan iremos con mucho gusto, y el EZLN no ha sido invitado porque es un ejército y el Foro Social Mundial puso entre sus condiciones que ellos no invitaban a organizaciones armadas, a pesar de que el EZLN siempre ha dicho que es la guerrilla más pacífica del mundo, y que son un ejército que existe para que no haya ejércitos. Pero lo digo porque entonces, yo sí creo que mucho de los impactos que el zapatismo tuvo en el planeta entero, no sólo en México, creó el espacio en el cual pudo prosperar las protestas de Seattle y de Génova y de Praga, y luego el Foro Social Mundial y también las rebeliones de 2011. Sí hay como una especie de eslabones que une a todas estas experiencias y en ese sentido el zapatismo si es una fuente de inspiración, pues yo creo que universal realmente.

yo sí creo que mucho de los impactos que el zapatismo tuvo en el planeta entero, no sólo en México, creó el espacio en el cual pudo prosperar las protestas de Seattle y de Génova y de Praga, y luego el Foro Social Mundial y también las rebeliones de 2011.

Revista Hekatombe: En las múltiples desapariciones y asesinatos de líderes sociales en México, entre estos la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en el 2014 y la inacción y complicidad del Estado frente a estos sucesos ¿Qué papel tienen o cuál es la importancia de las luchas contra el olvido como luchas de resistencia, en México y en otros países como Colombia?

Carlos Aguirre: Yo sí creo que es fundamental, pero es un movimiento que no es tan nuevo, quizá últimamente ha cobrado un poco más de fuerza, pero hay que recordar que, por ejemplo, todos los actos atroces que hizo la dictadura argentina en los años setentas hasta 1983 cuando terminó; todo lo que hizo la dictadura, también en Uruguay, desataron justamente esos procesos que cuando esas dictaduras terminaron, empezó a haber movimientos que reivindicaban el papel de la memoria, y entonces la gente decía: No basta simplemente decir que fuimos víctimas, que hubo no sé cuántos, veintisiete mil desaparecidos, que hubo cuarenta mil muertos, que hubo tal. Hay que nombrarlos, hay que recuperar las cosas que ellos estaban haciendo, hay que reivindicar su memoria y su herencia de manera específica. Yo creo que eso es algo fundamental, otra vez, en todo el planeta.

En México, sí, efectivamente este movimiento de Ayotzinapa tuvo una simpatía popular extraordinariamente grande, desafortunadamente el gobierno y el Estado administraron el conflicto y juega al hecho de que mientras más tiempo pasa, pues los movimientos, a pesar de todo y el apoyo popular, se desgastan. Entonces, como en México las cosas como en todos lados, son un poco cíclicas, cuando se cumplió el primer aniversario de los muchachos, o sea de lo de Ayotzinapa, ahora que se acaba de cumplir el segundo aniversario -el 26 y 27 de septiembre de este año (2016)- hay manifestaciones muy masivas, la gente tiene una gran simpatía, todo el mundo apoya a los padres de Ayotzinapa, todo el mundo está en contra del gobierno de Peña Nieto que es el gobierno, digamos, de los más deslegitimados del mundo.

De veras, el grado de credibilidad de Peña Nieto en la población mexicana es de menos del 5% y la gente, de veras, clama por justicia, pero el gobierno administra y entonces, de repente, quita de su puesto a un funcionario que directamente encubrió y enturbió la investigación, pero luego lo premia dándole otro puesto quizá mejor o más alto del que tenía acá, y luego deja que vaya la gente de la comisión interamericana y cuando ellos empiezan a decir cosas que contradicen la versión oficial del gobierno, los corre, y ya no les renueva el permiso para estar en México. Entonces, el gobierno ha ido administrando y ha ido cediendo, según la presión popular, pero hasta el día de hoy, dos años después, más de dos años después, no ha resuelto nada.

Seguir luchando por defender la memoria de estas luchas me parece fundamental. Y me parece fundamental también hacerlo aquí en Colombia porque ustedes tienen millones, literalmente, de desplazados y donde tienen también millones de gente, efectivamente, desaparecida, torturada, o sea, el grado de violencia que las clases dominantes colombianas han ejercido históricamente contra las clases populares es verdaderamente altísimo, yo creo que es mucho más alto que muchos otros países de América Latina.

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