Bogotá, 9 de abril de 2018. Una vez más la ciudad conmemoró el día de las víctimas y recordó los 70 años del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán. Además de contar con la participación de organizaciones sociales, sujetos de reparación colectiva e individual, personalidades políticas y sindicatos, la presencia de cientos de ataúdes marcó con un tinte fúnebre el recorrido del Planetario a la Plaza de Bolívar, que al acompañar las consignas de los manifestantes, rompió con la normalidad del centro de la ciudad para darle un aire de nostalgia y pesadumbre.
¡Noruega no más plata para las ratas!
Las y los manifestantes hicieron saber su molestia con el gobierno nacional, debido a la nula ejecución del presupuesto destinado al Fondo Colombia en Paz compuesto por dinero que Noruega, Suiza y Suecia le han entregado al país para el avance de la implementación del Acuerdo de Paz, de los cuales se verían beneficiadas las víctimas del conflicto.
La nula ejecución puso en vilo a los diplomáticos de dichos países, así como a la Fiscalía, Procuraduría y Contraloría quienes han señalado que investigan el dudoso manejo de los recursos.
¡Que el ser líder no nos cueste la vida!
Además de recordar a las víctimas del conflicto armado, la marcha visibilizó a las y los líderes sociales que han sido asesinados después de la firma de los Acuerdos entre el gobierno y las Farc.
Hasta la fecha han sido asesinados entre 2016 y lo que va del 2018, 265 líderes y lideresas sociales en casi todo el territorio nacional. El gobierno nacional pese a los múltiples llamados de organizaciones sociales y organismos internacionales no va más allá de la ya memorable afirmación del ministro de defensa“… líos de faldas”. Cabe señalar que entre los puntos de acuerdo entre el gobierno y el Eln en la mesa de negociación, fue la implementación efectiva de un sistema de alarmas tempranas, tema en el que el gobierno no ha presentado mayores avances, ni durante el cese bilateral nacional transitorio.
Sumado a ello la negación de la existencia de grupos neoparamilitares por parte del gobierno nacional, invisibiliza de cierta forma la dramática situación de seguridad que atraviesan algunas regiones del país.
¡Qué defender la vida y la dignidad no sea el camino a la eternidad!
Las y los líderes asesinados son reconocidos por la defensa del territorio, tal es el caso de los miembros de comunidades indígenas que trabajan por la liberación de la madre tierra, campesinas y campesinos defensores ambientales, exigen la sustitución concertada de cultivos ilícitos como está estipulado en el Acuerdo de Paz, restitución de tierras, entre otros temas relacionados con el respeto de derechos y el cumplimiento de la ley.
Las marcas de la guerra siguen en nuestro cuerpo
De los 8,6 millones de víctimas reconocidas del conflicto armado en Colombia, 3,9 millones son mujeres, de las cuales solamente cerca del 10% han sido reparadas. Además de ser despojadas de sus tierras, de sus familias, mutiladas o asesinadas, fueron víctimas de violencia sexual. Los municipios con mayor afectación del conflicto, tuvieron elevadas tasas de natalidad de niñas entre los 10 y 14 años producto de violencia sexual. Hasta la fecha ni siquiera la cuarta parte de mujeres víctimas ha sido reparada, per si se encuentra en situación de vulnerabilidad.
¡Exigimos que se cumpla la Ley 1448!
O también conocida como la Ley de Víctimas cumple siete años de vigencia, de acuerdo a declaraciones de la directora de la Unidad para las Víctimas, Yolanda Pinto, hasta la fecha 800 mil víctimas han sido reparadas, es decir ni siquiera la mitad de las personas afectadas por el conflicto armada que son cobijadas por dicha Ley.
Varias de las personas que se movilizaron manifestaron a Revista Hekatombe su molestia con la alcaldía mayor de Bogotá, que organizó una serie de “eventos que no van más allá de unas tarimas y funcionarios con chaqueta azul repartiendo una flor contra el olvido, cuando a la alcaldía se le olvidó que debía tener en cuenta a las víctimas para la conmemoración”, según informaron, el sábado 7 de abril se comunicaron con algunas organizaciones de víctimas para que se sumarán a la programación de Bogotá Mejor para Todos.