Breve sumario de brillanteces derechosas

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El filósofo prusiano Ernst Cassirer, alguna vez apuntó con base a Hegel: “La historia universal no es precisamente el albergue de la dicha; los períodos pacíficos y venturosos son hojas en blanco en el libro de la historia (…) “todo, en la historia, carece de un modo racional” (Cassirer 167). Que trágica, pero acertada apreciación. Dicha condición, a vivas luces, alberga la situación colombiana. Aquellos momentos venturosos, cada vez más esquivos, se alimentan de la irracionalidad rampante de quienes ven en el cambio una quimera inalcanzable, o si se quiere, un callejón sin salida. La tragicomedia colombiana, se repite cíclicamente cada cuatro años. Pero antes de dicho evento, las propuestas de avanzada (es sarcasmo), el despliegue ideológico e intelectual y demás virtudes de la ultraderecha colombiana, comienzan a inundar las pantallas con promesas que redundan en las fórmulas mágicas que, al parecer, han permanecido escondidas, para que un iluminado de la godarria nativa, gobierne de manera justa y decente. ¡Compatriotas! Ahora si vamos en serio. A este respecto, recogeremos algunas de las frases, expresiones o simplemente interpretaciones de la realidad nacional que algunos de estos eruditos de la política, han lanzado para nuestro deleite. Empecemos pues con nuestro breve sumario.

Miguel Uribe Turbay: “La clase media en Colombia recibe ingresos de veinticinco a sesenta millones de pesos mensuales”

Al referir la expresión “desconexión de la realidad nacional”, debería venir a nuestras mentes la imagen de este personaje. Producto de la realeza política colombiana, Uribe Turbay, es la viva imagen del congresista nacional por antonomasia: ultraconservador, inútil, sin ideas y heredero de un apellido como único mérito para ejercer la política en un país como el nuestro. Lanzar una apreciación de este calibre, es asumir explícitamente que el ciudadano del común vive como ellos. Lo más curioso de dicha eventualidad, es la aceptación indirecta de una legislación hecha para la clase más acomodada. ¿Es tan difícil hacer entender a un considerable grueso de la población que dichos personajes no legislan para ellos? Más de cuarenta millones de pesos para sostener a un personaje que aún habla de agendas socialistas, las supuestas virtudes de la seguridad democrática y demás sandeces con las que la derecha mueve a sus desahuciados votantes. Como enunciara Osvaldo Baigorria a razón de Georges Bataille, “A lo largo de la historia, el trabajo siempre fue un problema (…) algo innoble, una actividad secundaria que debía subordinarse al tiempo libre. Parece obvio: si existe un tiempo libre es porque hay otro esclavo. Hombres, animales, aunque también máquinas…” (Baigorria 27). La cita anterior sí que puede aplicarse a nuestro candidato. Parásitos godos que pretenden afianzar legislaciones en pro de su élite castrante. El trabajo fuerte es para el ciudadano de a pie, no para la nobleza de la cual desciendo. Por tal caso, Uribe Turbay, es la representación de un linaje politiquero siniestro y una de las cuotas insignia del Centro Democrático y la derecha colombiana.

Paloma Valencia: “Soy más uribista que Uribe”

Por la misma línea de herencias politiqueras miserables, nos encontramos con la señora Paloma Valencia. Nieta del otrora presidente Guillermo León Valencia quien presuntamente impulsó el plan lazo en Colombia, con el fin de erradicar cualquier atisbo de comunismo, o bueno, lo que ellos, incluyendo el brazo armado de los militares de ultraderecha, asumían como amenaza comunista. Y si escudriñamos un poco más, nos topamos con su conservador bisabuelo Guillermo Valencia, personaje deplorable de la historia nacional, a quien se le endilga haber sido un acérrimo opositor a la abolición esclavista del siglo XIX. Al parecer la fijación patriarcal hacia el terrateniente lascivo es un componente genético de la congresista-candidata. La sentencia “soy más uribista que Uribe”, demuestra un abandono total al yo. Una forma de sometimiento ideológico que conlleva a la integral inexistencia. Soy, por cuanto mi líder quiere que sea. Paradójicamente la señora Paloma no ve nada de malo al sometimiento, siempre y cuando sea a individuos infaustos que defiendan las buenas costumbres. Especímenes por el estilo de aquel anónimo escritor del ensayo londinense del siglo XVIII An Essay on Trade and Commerce, citado por Paul Lafargue en su obra El Derecho a la Pereza, quien proponía: “Cuanto más trabajen mis pueblos, menos vicios habrá. Yo soy la autoridad (…) y estaría dispuesto a ordenar que el domingo, luego de la hora de la misa, las tiendas se abrieran y los obreros volvieran a su trabajo” (Lafargue 26).

María Fernanda Cabal: “La masacre de las bananeras ha sido un mito comunista”

Cabal es hasta el día de hoy la congresista más prolífica en la construcción de opiniones y comentarios absurdos. Desde el “estudien vagos”, tan sonado en los movimientos estudiantiles o la aseveración, respecto a que la Unión Soviética aún persiste, no es tarea sencilla elegir en su brillante retórica una sola expresión que no genere pena ajena. Ligada a compañías azucareras con presuntas prácticas de despojo de tierras, creadora de un golem (Polo Polo) y pareja del hasta hoy presidente de FEDEGAN, Cabal es la línea dura de la ultraderecha en el país. Defensora de teorías conspiranoicas en torno a planes macabros del socialismo global para derrocar los paraísos capitalistas, señaló como falso uno de los momentos más oscuros de la historia nacional, siendo quizá la acción más miserable y rastrera que ser humano pueda hacer. Aunque las compañías bananeras tienen sus periodistas colombianos que lavan su imagen, no cabe duda que el deseo ferviente de la derecha por cambiar el pasado, manipulando la narrativa, consolida el deseo voraz y colonialista de las multinacionales en países pobres como el nuestro. Ligando nuevamente una moral acomodada, Cabal enarbola lo que tanto cuestionaba Lafargue en la instrucción de su época, “Quiero hacer poderosa la influencia del clero, tengo puestas mis esperanzas en él para que propague la buena filosofía que enseña al hombre que solo está aquí abajo para sufrir, y no esa filosofía que, por el contrario, le dice al hombre: ¡goza! (Lafargue 15). Bonus Track: Fico “Plata es Plata”. Sin ser candidato presidencial en estos momentos, se dio el lujo de proferir una de las frases más traquetas hasta la fecha.  

REFERENCIAS

  • Baigorria, O (2002). Georges Bataille y el Erotismo. Editorial Alfa Omega, Madrid
  • Cassirer, E (2005). Las Ciencias de la Cultura. Editorial Fondo de Cultura Económica, México
  • Lafargue, P (2015). El Derecho a la Pereza, El Mito de Prometeo y El Ideal Socialista. Grupo Editorial Tomo, México