Desde las 6 am del pasado 25 de junio, dos dirigentes obreros de la Subdirectiva Única del Oleoducto-Unión Sindical Obrera se encadenaron al “Machín de la Resistencia”, el monumento a la extracción petrolera ubicado en la Carrera 13 con Calle 36, frente a la sede principal de Ecopetrol en Bogotá, al mismo tiempo que a nivel nacional, obreros de la misma organización asumían el control de 54 plantas de oleoductos y poliductos.
La protesta, sostienen Fabio Díaz y Hernándo Silva, los dos dirigentes encadenados, fue la última instancia para asegurar el inicio de una mesa de negociación de alto nivel con la administración de Ecopetrol, en la que se pusiera de manifiesto el rechazo a la venta de CENIT, una de las filiales más rentables de la empresa, que posee los activos del transporte de crudo y productos, y que solo en el primer trimestre del año generó 1.3 billones de pesos en utilidades, y la oposición al traslado de la nómina de la Vicepresidencia de Transporte de Ecopetrol hacia CENIT, pasando por encima de la convención colectiva acordada con la Unión Sindical Obrera. Este traslado, según afirman los trabajadores, es un mecanismo para debilitar al sindicato y por consiguiente debilitar sus funciones en la defensa del carácter estatal de la empresa petrolera.
En el marco de dicha negociación, los obreros sindicalizados denuncian que la administración está “condicionando la discusión de los temas estancando el avance y queriendo imponer a personal no calificado y administrativos a que operen los sistemas sin las condiciones técnicas, de bioseguridad y sin tener la certificación requerida” y que en todos los sistemas de oleoductos del país, se está obligando “a los trabajadores a que operen en condiciones por debajo de los estándares, con la amenaza de que si los operadores NO lo hacen serán objeto de procesos disciplinarios y de desalojo ejecutados por fuerzas militares y de policía”.
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A continuación, reproducimos en extenso el comunicado sobre las denuncias hechas por la Subdirectiva Única del Oleoducto – Unión Sindical Obrera, emitido desde Puerto Salgar, con fecha del 20 de julio de 2020:
AMENAZAN CON DESPIDOS Y ARREBATO DE DERECHOS A LOS TRABAJADORES DE ECOPETROL-OLEODUCTOS
Se cumplen hoy 26 días, más de 600 horas de lucha de los trabajadores del oleoducto.
La exigencia para que NO se vendan los oleoductos, el respeto a los contratos con Ecopetrol y sus derechos consignados en la Convención Colectiva de trabajo USO-Ecopetrol son sus objetivos y compromiso a lograr de manera legítima que va ganando apoyo creciente.
Como resultado de la lucha, a partir del día 11 de julio se retomaron las conversaciones con la patronal bajo el compromiso de que la patronal no procederá ejecutar despidos, mientras que los trabajadores contribuirán para que el proceso productivo continúe a pesar de las innumerables fallas de mantenimiento en la maquinaria, oleoductos y la crisis de personal que se tiene como efecto de los casos de COVID ya presentes en las plantas de bombeo.
Los trabajadores ya han cumplido, y siguen contribuyendo para que en las condiciones operacionales adversas existentes se cumpla con el abastecimiento de combustibles para el país.
Sin embargo, NO lo ha hecho la administración de Ecopetrol y CENIT, quienes en lo que se denomina mesa de negociación de alto nivel, de manera irresponsable están condicionando la discusión de los temas estancando el avance y queriendo imponer a personal no calificado y administrativos a que operen los sistemas sin las condiciones técnicas, de bioseguridad y sin tener la certificación requerida, hecho que pone de manera directa en un riesgo a los trabajadores, las comunidades, el medio ambiente y las instalaciones petroleras en todo el país.
¿Y acerca de los derechos de los trabajadores qué?
De manera desafiante la patronal anuncia la reactivación de llamados a descargos y acciones administrativas contra los trabajadores. No le gustó para nada a la empresa, que el sindicato haya exigido como fórmula de solución al conflicto que se cumpla el contrato comercial a 15 años que continúa vigente, suscrito entre Ecopetrol y Cenit para la operación de los oleoductos.
De forma descalificadora los negociadores por parte de la patronal señalaron la sustentación del sindicato como mitos no verdaderos, llenos de generalidades y de discurso anticuado, pero de ninguna manera pudieron rebatir los sustentos políticos, técnicos y financieros presentados por el sindicato. Su único afán es el de someter al sindicato a discutir en torno a sus cuatro propuestas que significan que los trabajadores pierdan derechos, error en que no caerá el sindicato.
Así las cosas, y cumpliendo sus amenazas y considerando que se tiene carencia de personal en Odeca, Chimita, Villeta, Gualanday y Cisneros entre otras, el pasado 17 de Julio en la noche, de manera irresponsable, la empresa mediante intimidación y cartas a los trabajadores de las plantas Herveo, Fresno y Mariquita, saltándose todos las normas técnicas y de seguridad industrial para la operación segura, pretende asumir los procesos con personal NO capacitado, sin la certificación internacional de la operación, poniendo abiertamente en riesgo la seguridad de los trabajadores, comunidades y el medio ambiente, de los lugares por donde pasa el oleoducto e infraestructura, hechos que desde este medio denunciamos ante el país.
Mediante esas mismas presiones se pretende en todos los sistemas de oleoductos del país, obligar a los trabajadores a que operen en condiciones por debajo de los estándares, con la amenaza de que si los operadores NO lo hacen serán objeto de procesos disciplinarios y de desalojo ejecutados por fuerzas militares y de policía para imponer en los sitios de trabajo los llamados planes de emergencia con grupos de esquiroles y mercenarios traídos con el objeto de derrotar el movimiento de los trabajadores y despejar el camino para arrebatar sus intereses.
Es así como Ecopetrol-Cenit y el gobierno de Iván Duque pretenden lograr su objetivo de vender a CENIT SAS anunciado por el nefasto Decreto-Ley 811.
Queda claro que su modelo operativo presiona a los trabajadores a renunciar a Ecopetrol para ir a laborar con CENIT como condición imprescindible para vender la empresa. De ahí que ésta patronal represiva no ha dudado en poner en práctica todo acto ilegal, de presión y de miedo necesario para doblegar la voluntad de los trabajadores, del sindicato, y de todas las organizaciones sociales, sindicales y políticas que viene rodeando este importante movimiento patriótico.
Llamamos al movimiento patriótico, que se gesta en torno a la defensa de lo público, a mantener la disposición de lucha demostrada en torno a este movimiento que arrancó desde el pasado 25 de junio. Las acciones hasta ahora realizadas desde espacios como El Machín de la resistencia en el edificio de Ecopetrol en Bogotá, da muestra de la potencialidad para conducir la lucha por la derrota del Decreto-Ley 811 junto a toda la política privatizadora del régimen político que preside Iván Duque.